Érase una vez tres lobos buenos
estaban en su casa, con su madre y su abuela. Tenían
una casita al medio del bosque.
Era muy peligroso porque en el bosque
estaban los tres
cerditos que eran muy malos.
Los tres eran gemelos y nunca se
discutían. La madre siempre estaba cocinando, y la abuela cosiendo.
Un lobo se llamaba Hugo, otro se
llamaba Javier y el mas listo se llamaba Jorge. También havia los
tres cerditos: eran muy malos, y se llevaban 2 meses entre ellos.
Los tres lobos estaban en su casa.
La casa de Hugo era de paja, la casa
de Javier era de madera, y la casa de Jorge era de ladrillos.
Un día los tres cerditos malos
vinieron de sus casas a las casas de los tres lobos para
comerse-los.
Los tres cerditos soplaron, y soplaron
y pudieron destruir la casa de Hugo
porque estaba echa de paja.
-¡Socorro!-. Gritó Hugo.-¡No, mi
casa no!-. Gritó otra vez Hugo.
Se fue corriendo a la casa de Javier.
Los tres cerditos soplaron, y soplaron, y soplaron
hasta que destruyeron la casa de
Javier porque estaba echa de madera.
-Socorro! Jorge! Ayuda! Los tres
cerditos nos quieren comer!-. Dijeron Hugo y Javier.
Se fueron pitando a la casa de
Jorgeporque no tenían mas casa para ir, la casa de Jorge era la
única que quedava.
Los tres cerditos volvieron a la casa
de Jorge y soplaron, y soplaron, y soplaron y los tres cerditos no
pudieron destruir la casa de Jorge porque estaba echa con ladrillos.
Después
el cazador vio a los tres cerditos malos, y los mató.
Todos
se lo pasaron muy bien porque ya no estaban los tres cerditos malos
para molestar-los.
-¡Yupi!-. Gritaron todos.
Y todos vivieron muy felices y
comieron perdices.
Júlia y