Había
una vez una niña llamada Alicia. Era muy maleducada, tenia muy mala
baba y no tenía amigos. Ella era rubia con pelo rizado y no le
gustaba nada leer.
Un
día soleado de verano, su madre le dijo que fuera a la biblioteca en
busca de un libro para las vacaciones de verano. Ella se negó, pero
su madre la sobornó diciendo:
-Si
no vas a la biblioteca no tendrás regalos de cumpleaños.
Entonces
Alicia hizo caso a su madre y fue a la biblioteca. Al llegar a la
biblioteca se sentó en una mesa toda enfadada, y empezó a hacer
ruidos con la boca, pataditas en el suelo...
Una voz que ella desconocía la interrumpió diciendo:
-¡Ssshhh!
Podrías dejar de hacer ruiditos. Tu madre me
ha dicho que has venido ha
buscar
un libro.
Y
Alicia respondió:
-¿Para
que quiero yo un libro si no me gusta leer?
-Porque
lo ha dicho tu madre, ¿no querrás que la llame?
Alicia
le hizo caso, y fue a buscar un libro.
Buscando
y buscando encontró algo que relucía, y se acercó. De pronto un
enorme impulso tiró a Alicia al suelo. Al
levantarse vio un enorme libro dorado. Lo cogió, lo abrió, y de
repente...
¡¡ZAS!!
¡¡CHAS!! ¡¡BOOM!!
De
pronto Alicia se metió en el libro espontáneamente . Apareció en
un descampado justo al lado de una escuela. Allí se encontró con
los tres cerditos, Caperucita roja y el lobo.
Los
tres cerditos eran bajos, rechonchos, con una pequeñita nariz chata
y la piel suave como el culito de un bebe.
Caperucita
roja era una chica alta, muy guapa y
tímida, con pelo moreno y liso.
El
lobo era sabio con barba y unas pequeñas gafas que siempre llevaba
en la punta de la nariz.
Alicia
se sorprendió al ver aquellos personajes, aunque ellos no parecían
muy sorprendidos.( ¡Como si eso pasara cada día! )
Los
tres cerditos, Caperucita roja y el lobo le explicaron a Alicia
porque estaba allí. Le explicaron que ella estaba allí porque se
portaba muy mal, y tenía que aprender una lección o se quedaría
sin amigos. Alicia no parecía muy convencida.
Ellos
la llevaron al recreo de la escuela. Allí, Alicia pudo ver a niños
como ella de maleducados y irrespetuosos. El lobo le dijo que se
imaginara que una persona maleducada se metiera con ella, o la
insultara. Alicia se quedo pensando, y después de unos minutos
reflexionando contestó:
-
Tienes razón… Me sentiría fatal.
Y
Caperucita roja le dijo:
-Pues
tú has estado tratando así a las personas que te rodean todo este
tiempo.
Alicia
se quedo recapacitando durante unos minutos. Después dijo:
-
Me siento muy mal, ¿pero ahora que puedo hacer?
Y
los tres cerditos contestaron:
-Pues
ahora lo único que puedes hacer es volver a tu mundo, buscar un
libro para verano, y pedir perdón a todas las personas que has
ofendido.
Alicia
toda convencida volvió a su mundo y buscó un libro para verano.
Cuando lo encontró se lo llevó junto con el libro dorado.
Al
llegar a casa Alicia fue directa a su madre, le pidió perdón y le
prometió que nunca más volvería a desobedecerla ni a insultar a
nadie. Entonces Alicia fue al colegio y pidió perdón a todos los
niños y niñas que había insultado.
Alicia
había aprendido la lección:
no
hagas lo que no te gustaría que te hicieran.
Inés y Lorena
Premiada
Premiada